Los docentes en Valle del Guadalentín School actúan como auténticos guías durante todo el proceso educativo. Nuestro equipo orienta en el trabajo de nuestros alumnos para que aprendan por sí mismos, enseñándolos a aprender y pensar de manera autónoma.
Nuestros maestros y profesores guían todo el proceso de enseñanza-aprendizaje, supervisan, formulan metas, ayudan en las dificultades que surgen y evalúan el trabajo realizado. Entendemos que la orientación es aprendizaje y la enseñanza implica a su vez orientación.
Nuestro equipo actúa como una ayuda y orientación, empleando el diálogo con nuestros alumnos y el debate en el aula para llegar al conocimiento, como si de un método socrático se tratase. Como la ética de Habermas defiende, consideramos que es imprescindible la conversación en el aprendizaje, entendiendo la dialéctica como el arte de poner en común valores, sentimientos y razón. Autores como Gadamer o Reboul defienden que la verdadera acción educativa es la de conseguir un adulto autónomo, o dicho de otro modo, la auto-educación. Entendemos que el docente debe ser la persona que esté al lado del alumno, convirtiéndolo en un niño independiente y culto, guiándolo hacia la responsabilidad, la toma de decisiones y la libertad.
Atrás queda la percepción del profesor como portador oficial de conocimientos y centro del aula para la transmisión del saber. En Valle del Guadalentín School el profesor no es la única fuente de información, ya que ponemos a disposición de nuestros alumnos otros medios y elementos para poder acceder a la información. Nuestros “maestros guías” reestructuran el proceso de aprendizaje con la aplicación de dinámicas de grupos y con clases participativas en las que los alumnos no están escuchando todo el día la exposición del profesor, sino adquiriendo conocimientos con el asesoramiento del profesor. A través de lecturas dirigidas, nuestros docentes provocan el diálogo a partir de un análisis de contenido. Los ejercicios, trabajos en equipo y evaluaciones son continuas, ya que sirven para informar a cada alumno, no solamente de sus aciertos y errores, sino también de sus causas y de cómo rectificar, promoviendo la síntesis personales y la formulación de propósitos o rectificaciones..